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Pilar Iglesias Aparicio Feminista. Drª en Género y Coeducación |
Compañeras y compañeros
Tomo la palabra en este acto para recordar
de manera muy especial, y rendir homenaje a las mujeres que constituyeron gran
parte de esas 150.000 personas que huyeron de Málaga ante la inminente toma de
la ciudad por parte de las tropas fascistas.
Mujeres de las que conservamos algunos
nombres, como Remedios Carrillo Andrade, Francisca Ruiz Haro, Encarnación
Domínguez Borrego, María Torres Domínguez , pero
en su mayor parte mujeres anónimas. Mujeres que perdieron su vida en el camino.
Mujeres embarazadas que parieron a sus criaturas en la carretera o en pésimas
condiciones al llegar a Almería. Mujeres jóvenes y madres con hijas
adolescentes que huían de la repugnante amenaza de violación proclamada por
Queipo de LLano antes de la toma de la ciudad. Mujeres que vieron morir a sus
hijos e hijas de hambre, de cansancio o ahogados en las aguas del río
Guadalfeo. Mujeres que, casi muertas de hambre ellas mismas, seguían tratando
de amantar a sus criaturas, a veces aún después de haberse muerto. Mujeres que
lograron salir adelante con sus familias en otros lugares de España. Y muchas
otras mujeres que, al regresar a Málaga, fueron encarceladas en la cárcel de
mujeres de Málaga, cárcel que se caracterizó por la tremenda crueldad ejercida
sobre las presas. Mujeres que soportaron toda la violencia que sufrieron las
madres, hermanas, hijas y compañeras de hombres encarcelados en las cárceles
franquistas. Mujeres que sufrieron las diferentes formas de violencia fascista
ejercida específicamente sobre ellas porque las mujeres eran humilladas,
torturadas, violadas, o sometidas al denigrante paseíllo por las calles tras
ser rapadas y obligadas a tomar aceite de ricino. Mujeres valientes que, pese a
haberles negado el franquismo todos sus derechos, como ciudadanas y como
mujeres, siguieron luchando por la
libertad y por la justicia, en muchos casos en la clandestinidad, sin recibir
el merecido reconocimiento. Mujeres, gracias a las que se ha avanzado mucho en
derechos y libertades, y hemos logrado tener leyes que luchen contra la
violencia de género o nos garanticen el derecho a la igualdad con los hombres y
a nuestros derechos sexuales. Leyes que peligran una vez más con las medidas
fascistas del gobierno actual. Un homenaje a aquellas mujeres valientes que
sufrieron la opresión franquista y una convocatoria para seguir aquí y ahora
trabajando por la justicia, la igualdad y la libertad.
Pilar Iglesias Aparicio